- Mantén la calma: Es comprensible que te sientas alterado o asustado después de un accidente, pero es crucial mantener la calma. Trata de respirar profundamente y evaluar la situación antes de tomar cualquier acción.
- Asegura tu seguridad y la de los demás: Si es seguro hacerlo, mueve tu vehículo a un lugar fuera de la vía o enciende las luces de emergencia para advertir a otros conductores. Si es necesario, sal del vehículo y colócate en un lugar seguro, lejos del tráfico.
- Llama a los servicios de emergencia: Tan pronto como sea posible, llama al número de emergencia local para informar del accidente. Proporciona detalles precisos sobre la ubicación y la naturaleza del accidente. Si hay heridos, asegúrate de mencionarlo para que se envíe asistencia médica.
- No admitas la culpa ni discutas con otros involucrados: Es importante evitar discusiones acaloradas o admitir la culpa en el lugar del accidente. Mantén la calma y espera a que llegue la policía para que realice un informe oficial del accidente. Colabora con las autoridades y proporciona información precisa y objetiva sobre lo ocurrido.
- Recopila información relevante: Si es posible, recopila información importante en la escena del accidente, como los nombres y números de contacto de los testigos, la información de los conductores y propietarios de los vehículos involucrados, y toma fotografías del lugar del accidente y de los daños. Esto puede ser útil más adelante cuando presentes un reclamo de seguro o si se requiere una investigación más detallada.
Recuerda que siempre es aconsejable consultar con un profesional en temas legales en caso de estar involucrado en un accidente para recibir una orientación más precisa y adecuada a tu situación particular.
